La mayoría de las veces, cuando alguien decora su habitación, tiene una idea asombrosa que imagina que la transformará. Puede tratarse de un mueble llamativo, de unas cortinas o incluso de una lámpara que les ha enamorado. Compran esa "idea asombrosa", la llevan a casa y a la habitación e, inmediatamente, el espacio se transforma.
Ahora todo está desequilibrado, el color no encaja, pero se aferran a esa "idea increíble" y tratan frenéticamente de encajarla en un esquema.
No cometas el mismo error dos veces, ¡ni siquiera a la primera! La creación de un moodboard dirigirá su proyecto y le mantendrá centrado en un tema concreto que dará impacto a toda la habitación.
Cómo entender un tablón de anuncios
Un moodboard es exactamente como suena: tu estado de ánimo, en una pizarra. Es un collage de inspiración, parecido al que habrás creado en el colegio. Un moodboard no tiene por qué ser una obra de arte, solo sirve para visualizar tus ideas y ver cómo funcionan juntas.
Muchos interioristas conocidos crean moodboards, ¡es una herramienta muy útil en el sector!
Crear el mejor moodboard
Lo que necesitarás:
- Tablero para fijar las piezas y los accesorios
- Tijeras
- Pegamento o cinta adhesiva
- Cámara
- Impresora
- Revistas de interior
Primer paso: Encontrar la inspiración
Tanto si has encontrado esa "idea increíble" de la que hablábamos antes como si no, rastrea revistas y sitios web como Houzz y Pinterest en busca de inspiración. Busca combinaciones de colores que te gusten, diseños que se adapten a tu habitación, tendencias y cualquier cosa que te llame la atención. Pero intenta centrarte en elegir imágenes que muestren el panorama general, como se muestra a continuación.
Mural de Twisted Pixels Illustration para Wallsauce.com
Segundo paso: Elegir la combinación de colores
Una vez impresas todas las imágenes de Internet y recortados los conjuntos de habitaciones de las revistas, colócalos delante de ti, preferiblemente en la habitación que vas a transformar. Junta las imágenes que tengan una combinación de colores similar y mira qué grupo te atrae más.
Consejo: Descarta el resto de las imágenes para no cambiar de opinión, o déjalas a un lado si se trata de un accesorio que te gusta.
Tercera etapa: Montar el moodboard
Empieza con una pizarra blanca, grande y lisa, del material que más te guste. Coge las imágenes que hayas elegido y pégalas en la pizarra hasta que empieces a ver un tema. Añade a la pizarra muestras de pintura que guarden relación con los conjuntos de habitaciones. Esto no sólo aclarará tu esquema de colores, sino que también te hará pensar en palabras para describir tu tema. ¿Es tranquilo y sosegado, o cálido y tropical?
El mejor consejo: si en lugar de cartulina utilizas papel, te resultará más fácil doblarla y guardarla en el bolso o en el bolsillo cuando vayas de compras.
Cuarto paso: Accesorios para el moodboard
Tu moodboard no sólo debe representar el color, también debe incluir la textura. Acuda a su mercería local para recoger muestras de telas que puedan representar sus cortinas, mantas o cojines. Lo mismo con hilos, botones e incluso tiradores para muebles. Cuantos más detalles incluyas, más centrado estará tu proyecto.
Para los accesorios de los que no puedas conseguir muestras, como lámparas, muebles y velas, haz una foto e imprímela para adjuntarla a tu tablón.
Consejo: ¡No olvides tu presupuesto! Pon en tu moodboard sólo lo que esté dentro de tu presupuesto para ahorrarte disgustos y decepciones.
Nos encantaría ver cómo tu moodboard te ha ayudado a centrarte en tu proyecto. Deja una respuesta a este post y compartiremos los mejores consejos y ejemplos.
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